Sra. Arrimadas, Sr. Casado y Sra. Álvarez de Toledo:
Con independencia de cualquier opinión que pueda suscitar la puesta en escena de la moción de censura, lo que se ha terminado de evidenciar es que ustedes están, políticamente hablando, a años luz de Pablo Iglesias porque con mero populismo y demagogia, propias de la corriente estalinista, ha logrado superarles, e incluso decirles a la cara que jamás llegarán a la Moncloa, no sin antes aplaudir su discurso, demostrando una superioridad megalanomaníaca, como culmen y guinda a su objetivo.
Han caído ustedes en la trampa. En lugar de coleccionar títulos y postgrados deberían utilizar el sentido común, único camino que conduce al interés general y al sentido de Estado, y aunque sólo sea por decoro, deberían dimitir de forma inmediata, no por apoyar o no a quien propone la moción, sino por haber demostrado bajura política impropia de quien representa a millones de españoles.
Pablo Iglesias sabe lo que dice, y si esto no lo arregla la justicia, no lo va a solucionar en décadas su modo de hacer política, porque la maquinaria de marketing y publicidad, la del odio y división se les ha llevado por delante, pero uested, Sr. Casado se irá feliz con su último discurso.
Mención aparte merece usted, Sra. Álvarez de Toledo. Su libertad no era sinónimo de indisciplina pero acata las órdenes previo posicionamiento en contra, apaciguando y domando rebeldía. Su libertad también era incompatible con la autoridad del Sr. Casado sin embargo, esas diferencias que se decían insalvables parecen efervescentes, y traicionan su independencia. Se contradice la propia idea, lo que se cree y lo que se manifiesta defender, dejando a un lado la dignidad del antecedente para seguir “en la pomada” de la dictadura de voto único y de la “profesión política”, donde a pesar de la apariencia se puede concluir con facilidad una nula vocación de servicio público. Doña Cayetana salga usted de ahí y no deje que le cierren la puerta a sus convicciones, porque hay vida fuera de un partido que no ha sabido superar sus antecedentes ni regenerarse, y por ello no convoca ilusión alguna en el electorado y lo que es aún más grave, cierra toda posibilidad de alternativa y la “ultra izquierda” lo sabe.
El Partido Popular y Ciudadanos han tocado fondo, hundiéndose sin tratar en modo alguno con el interés general, porque no se necesita una posición de centro para escaños, sino para equilibrar España y hoy esta opción no existe. Sus intentos desesperados para ganar esa “parcela” y acapararla de forma exclusiva y excluyente son inútiles, porque desconocen que en el centro se está o se llega desde la naturalidad, sin artificios ni moldeados forzados y mucho menos por desvíos. Por esta razón ni el Sr. Casado ni la Sra. Arrimadas, ni todos los que les siguen, por decoro y dignidad pueden formar parte del centro político, porque exige verdad, información, compromiso y máxima transparencia. En nuestra asociación, CIVyD CIVISMO Y DEMOCRACIA esos valores son irrenunciables, y por ello tratamos de que se instauren en el panorama político que España necesita.
Jaime Company
Abogado. Presidente de CIVyD Civismo y Democracia